Según Sage, el 79% de las pymes españolas no están preparadas para la factura electrónica
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La firma Sage ha presentado en Madrid su estudio ‘Facturación electrónica: El camino hacia una economía conectada’, en el que han analizado en profundidad el estado de adopción de la factura electrónica entre las empresas españolas y europeas. Entre sus conclusiones principales están el bajo porcentaje de pymes que ha dado el paso y la falta de conocimiento general sobre la normativa y la tecnología, pero también los grandes beneficios potenciales que proporcionará este cambio.
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Sage acaba de presentar en Madrid las conclusiones del estudio Facturación electrónica: El camino hacia una economía conectada, una encuesta global en la que han entrevistado representantes de casi 10.000 compañías de entre 1 y 999 empleados, principalmente europeas, pero también de otras geografías como Australia o Singapur, que junto con Finlandia consideran referentes en este sentido. José Luis Martin Zabala, Managing director de Sage Iberia, hizo un repaso al estado actual de la adopción de la facturación electrónica en Europa y España. Entre las conclusiones principales están que actualmente el 86% de las pymes no utiliza facturas electrónicas, que el 79% no conoce claramente los pasos que debe dar para su adopción y que el 55% cree erróneamente que la factura electrónica será obligatoria en 2026 (35%) o en 2025 (21%).
Analizando el panorama europeo, destacó que actualmente la mayor tasa de adopción se registra en Finlandia (63%), Bélgica (21%) y Portugal (11%), mientras que en España todavía está en un 7%. Y que, de media, solo el 28% de las pymes están familiarizadas con la facturación electrónica y son conscientes de sus ventajas. En España, el 79% de las pymes desconoce completamente esta legislación y 4 de cada 10 afirman que no han oído hablar de la facturación electrónica. Un 86% todavía no la utiliza en sus transacciones B2B, aunque un 19% sí lo hace para las transacciones con la Administración (B2G).
El contexto actual en España es de estar atrasados en este cambio, que los expertos consideran fundamental para el progreso de la economía y la lucha contra el fraude. El estudio de Sage muestra que 1 de cada 4 facturas emitidas en nuestro país resultan difíciles de procesar por errores o falta de información, lo que genera una pérdida de tiempo y un coste para las empresas, pero muchas empresas no se consideran preparadas para adoptarla a corto o medio plazo. Sage señala que solo el 20% cree que podría implementar la facturación electrónica este año, u otro 21% en 2025, cuando previsiblemente será obligatoria para empresas de todos los tamaños.
Beneficios de la facturación electrónica
A pesar de la precaria situación actual, el 62% de las pymes españolas creen que la facturación electrónica aportará beneficios a su negocio y a la economía en general. Sage destaca beneficios clave como resolver los problemas derivados de los pagos atrasados, que señala un 57% de los encuestados, reducir los errores en la recepción y procesamiento de facturas de los proveedores (43%), mayor precisión financiera (24%) y reducción de costes (17%). En palabras de José Luis Martín Zabala, “los grandes cambios siempre conllevan reticencias iniciales, y la facturación es un área que genera muchos problemas a las pymes. Hay una parte de nuestro carácter, tanto humano como empresarial, que puede empujarnos a dejarlo para el último momento o esperar a la obligatoriedad y a una implementación generalizada para ponerse manos a la obra. Sin embargo, incorporar la factura electrónica como parte del ADN de la empresa desde ya, con tiempo y dado pasos firmes y meditados, puede aportar beneficios a las empresas”.
Desafíos y barreras que dificultan la adopción
Frente a los probados beneficios que proporcionará esta nueva legislación existen una serie de barreras que bloquean este cambio entre las pymes españolas, que ven numerosos desafíos en esta nueva forma de operar. Una de las percepciones que frena a las empresas es el posible aumento de costes, señalado por un 47% de los encuestados, pero las empresas de países más avanzados en la implantación de la facturación electrónica señalan la reducción de costes como el segundo mayor beneficio. Otros retos para las empresas son el cambio profundo en la forma de trabajar y facturar (44%), la dificultad para implementar el software necesario (41%) y el coste de estos procesos (37%). Además, un 53% sitúa como principal preocupación la compatibilidad con los softwares de contabilidad que utilizan, tanto ellos como sus clientes y proveedores.
Esto está llevando a los fabricantes de software, como Sage, a desarrollar soluciones pensando en enmarcarse dentro del marco legal y técnico que exija la administración, para ofrecer a los clientes aquello que necesitan, pero todavía hay puntos clave que no están del todo claros en cuanto a su papel en el ecosistema de facturación electrónica, más allá de ser proveedores del software. Todavía existen dudas sobre la forma final que adoptará la nueva legislación, cuya entrada en vigor está prevista para finales de julio. Por ello, en Sage hace instan a los gobiernos europeos a colaborar con el sector tecnológico y empresarial, creando “un entorno favorable a la tecnología que permita la integración sin fisuras de la facturación electrónica”.
Apoyo a las pymes
En Sage han centrado su estrategia en adaptar su software a las exigencias de la ley y en realizar una labor de evangelización para ayudar a las pymes españolas a transitar este camino. Un ejemplo es la campaña Get Ready, con la que quieren aportar conocimiento sobre la nueva legislación y concienciar a las empresas de los beneficios que traerá este cambio. José Luis Martín Zabala comenta que “para que las empresas puedan sacar partido a las ventajas que aporta la factura electrónica es necesario un cambio cultural profundo que revitalice la forma en que facturan las empresas en España”. Por ello, afirma, “en Sage estamos acompañando a todas las pymes que lo necesiten desde los primeros pasos, con nuestra herramienta Factura Flow, para que sepan en qué punto están, hasta la implementación tecnológica y su puesta en marcha, para que cuando llegue el momento estén mucho más que preparados”. Se trata de una herramienta interactiva gratuita que permite realizar una evaluación y consultoría sobre cómo adaptarse a la nueva regulación.